lunes, 3 de enero de 2011

Cap.30 No me perdonará nunca

-Clara, ya has venido a la fiesta, lo que querías. Ahora, ¿por qué no me dejas en paz?
-¿Bromeas? Es cuando mejor me lo paso.
La fulminé con la mirada.
-Bueno, en realidad, no me apetece mucho verte el careto todos los días, así que, una última “misión”-dijo dibujando unas comillas en el aire con los dedos-,y creo que no te hará gracia. Pero, te juegas el vídeo ahora más que nunca.
-No sé por qué, pero no me creo palabra alguna de lo que dices… ¿de verdad existe ese vídeo?
-Como sabía que me lo preguntarías, lo pasé al móvil. Aquí lo tienes. No te molestes en borrarlo, he hecho muchas copias. Y fotos a mi cara, la noche del sábado.
Cogí el móvil y observé el vídeo con detenimiento. El que lo grabó se situaba detrás de Clara, y a mí se me veía perfectamente.
En el momento que nos separaron, el chico o la chica de la cámara cambió de posición, de manera que se nos veía a todos perfectamente. Incluida Xiza.
Desgraciadamente, también se ve el “momento amenaza”, pero no se oye lo que le dije. Puff, algo bueno.
-Y, ¿de qué se trata la “misión”?-dije imitando su gesto de hacía un rato.
-Deja que transcurra la noche, y después te explico.
Se fue y me dejó allí, sola en la parte trasera de la casa. Me fui hacia donde estaban las bebidas, y me serví algo, ni si quiera me fijé el qué.
Y como la noche iba tan bien, pues tenía que seguir mejorando.
-Evelyn, ¿dónde te habías metido?-Sergio, como siempre preocupándose-Pensé que venías para acá, Laura y Zac te buscan.
-Me encontré con… no importa. ¿Cómo has dicho? ¿Para qué?
-Laura quiere verte, con esto de que estaba siempre con María José organizando la fiesta no te ve apenas, y Zac supongo que para hablar.
-Genial…
-Evelyn, tómatelo con más calma, diviértete.
-Claro, lo haré-me dio un beso en la mejilla y se fue.
Por un momento, querría no estar allí. Viajar a un mundo paralelo, en el que yo controlo todo a mi alrededor, sin problemas ni preocupaciones.
Qué coño… ese lugar ya existe. ¡Quiero ir al País de Nunca Jamás!
-Eh, que te estoy hablando.
Vaya, Javi me devolvió al mundo real.
-Perdón, dime.
-Que mira-otra vez borracho, costaba entenderle-que yo sé que hemos tenido nuestras cosillas, pero quiero que seamos amigos. Yo ya paso un poco de tu culo, pero no te lo tomes a mal eh, es que voy un poco pedo… en el fondo te quiero, pero como tú no quieres con migo… porque no quieres, ¿no?
-Javi.
-¿Qué?
-Que te vas por las ramas.
-Sí, eso. Que te vaya muy bien con tu primo.
-Tu primo, querrás decir.
-Que sí, que sí, que colegas, ¿eh?-me abrazó y me dio besos en las mejillas-Joder tía, qué bien hueles.
-Gracias.
Se fue, y yo me quedé allí, sentada junto a la barra. Veía la gente bailar y pasar por allí, y yo sin embargo sentada, sin divertirme. Y como si de un imán se tratara, atraje a Clara hacia mí.
-Oye, que ya sé lo que quiero.
-¿Y bien?
-Está todo planeado, tú vas a ir a hablar con Zac, y mientras tanto, te mando a Óscar para allá, y lo besas.
-¿A Zac?
-No, a Óscar.
Sentí un punzón en el estómago y me quedé un poco traspuesta.
-Pero, ¿por qué?
-Porque yo lo digo.
-Pero, ¿tú que ganas?
-Tu dolor. Como tú me lo hiciste a mí. Y déjate de peros.
-Eres una…
-Di una sola palabra más al respecto y pongo la denuncia.
Estaba bien jodida. Pero lo tenía claro, prefería hacerme daño yo, que hacérselo a Zac. Aunque él también fuer a sufrir, sería más soportable que lo otro.
-Está bien. Pero Óscar no hará algo así.
-Él no sabe nada, mira, allí lo tienes.
Zac estaba junto a la piscina hablando con Xiza.
Me acerqué con sumo cuidado, e intenté sonreír.
-Zac, ¿podemos hablar?
Xiza le dio un beso a Zac y nos dejó solos.
-¿Qué pasa? Llevo días sin saber nada de ti, y ahora apareces aquí diciendo que quieres hablar, ¿se puede saber qué he hecho?
-Zac, no has hecho nada. Confía en mí, quisiera explicártelo todo pero…
-¿Pero?
-No puedo…
-Ya, no puedes…
-Es por tu bien.
-¿Por mi bien?-poco a poco fue subiendo el tono de su voz y alguna gente empezó a ser testigo-llevo días sin saber qué coño hacer, ¡Me estás volviendo loco!
-Zac, yo…
Entonces llegó Óscar.
-Evelyn, me han dicho que me buscabas y que era importante.
-Evelyn contesta-Zac me presionaba.
Miré a Clara, que miraba la escena no muy lejos. Estaba disfrutando, y sonreía maliciosa señalando el móvil.
Miré a los ojos a Zac, y casi me derrumbo.
-Lo siento.
Fue lo último que hice antes de lanzarme a por Óscar y besarlo.
Cerré los ojos, pues no quería ver cómo Zac se marchaba.
Óscar siguió mi beso abrazándome, mientras por mi mejilla resbalaba una sincera lágrima.

Horas más tarde.
-Evelyn, ¿te encuentras bien?
Óscar había estado a mi lado desde entonces.
A Clara le perdí el rastro, y empecé a arrepentirme de lo que había hecho. No confiaba en ella, y no había nada que me dijera que de verdad iba a dejarme en paz y borrar el vídeo.
Zac… en realidad no sé nada de Zac.
-Sí, estoy bien.
-¿Quieres que te lleve a casa?
-No, de verdad.
-¿Segura? Son ya las cinco…
-No, de veras. Me iré con Sergio.
-Claro. Déjame al menos que vaya a avisarle, que va un poco pedo.
-Vale.
Lo vi alejarse y me quede allí sentada. En la habitación donde me di mi primer beso con Zac en otra fiesta.
-¿Dónde está? ¡Evelyn!-Sergio entró gritando desesperado. Sí, un poco borracho sí que iba.- ¡Aquí estás! Me lo han contado todo, pero es que con la que llevo encima, ¡que no te encontraba! Hasta que tu ex novio, me dijo…
-Sergio-lo interrumpí-no quiero dormir en mi casa.
-Jo tronca, yo tampoco, porque no estoy para coger la moto. El plo… pro… ay, que no me sale.
-Problema.
-Eso. Lo chungo, es que la Laura ya se ha ido.
-¿Quién la ha llevado?
-El Dani.
-¿Por qué?
-Porque se ve que estaba mala.
-Al final no la he visto.
-¿Qué vas a hacer?
-No lo sé, ¿y tú?
-No tengo ni puta idea. Tía, me tienes preocupada, tienes muy mala cara…
-Es que me encuentro mal.
Instantes después llegó Óscar, que se iba.
-¿Segura que no quieres que te lleve?
-Sí.
-Hasta mañana-me dio un beso, largo y suave, y se fue.
-Hala tía, ¿estás liada con este?
-Que no Sergio… o sí… ¡yo que sé!
-Bueno… ¡tengo una idea!-soltó Sergio.
-¡Vas a dejarme sorda! A ver, cuéntame.
-Cómo te ha ido, si has conocido la felicidad…
-Sergio…
-Tú espérate aquí cariño. ¡Javi!
Me eché para atrás en el sofá, a la espera de que volviera.
No pasó mucho rato cuando llegó Sergio con Javi detrás.
-Sergio, déjanos a solas por favor.
-¿Tú también? Evelyn, estás que te sales eh.
Sergio salió de la habitación y Javi se sentó a mi lado. Ya se lo veía mejor, no iba muy borracho.
-¿Qué te pasa?
-Es que no quiero estar en mi casa.
-¿Por qué?
-Me siento sola.
Mi mirada únicamente se dirigía hacia el suelo, mientras que sentía que sus ojos estaban posados en mí.
-Mira Evelyn, esto te lo digo con cariño. Sé lo que le has hecho a mi primo, y no me parece bien. Te aconsejo que dejes de ser así con todos los tíos, porque te tomarán por algo que en el fondo, sé que no eres. Sergio y tú podéis quedaros aquí a dormir, en el cuarto de invitados. Está arriba, enfrente del mío, sube cuando quieras.
-Gracias-dije abrazándolo-en serio.
-Por cierto-prosiguió-por lo pronto, no le hables hoy a mi hermana, está de morros contigo.
-Muchas gracias, Javi. De verdad te lo digo.
-De nada-dijo y se fue.
Yo subí a la que esa noche se convertiría en mi habitación, para ver cómo era.
Javi se estaba portando increíblemente bien conmigo, con lo mala que fui yo con él… era una persona increíble.

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