martes, 10 de mayo de 2011

Cap.48 El test

-¡Javi!-gritó David y se fue en busca de él.
Javi entró en mi habitación y le dio un fuerte abrazo a David cogiéndolo en brazos.
Pero, ¿qué hace este aquí? Y, ¿qué trae en esa bolsa? No me fío un pelo de él…
-¡Hola enano!
-¿Qué traes en esa bolsa?
-Pues… tienes que adivinarlo. A ti te gustan mucho…
-¡Chuches!
Javi sonrió y de la bolsa sacó otra bolsa llena de chucherías.
-Pero compártelas eh, y ahora corre y se la enseñas a la abuela que la tita y yo tenemos que hablar ¡eh!
-¡Gracias Javi!-se abrazaron y David se fue de la habitación.
-Javi, ¿a qué has venido?
-Tú como siempre tan amable, ¿eh rubia?
-No tengo ganas de bromas Javi, estoy estudiando, ¿qué quieres?
-Te he traído esto-de la caja sacó un test de embarazo.
-¡¿Pero tú estás loco?!-me levanté corriendo y cerré la puerta de mi cuarto con pestillo.
-Te dije que te lo traería si no me echaste cuenta no es mi culpa.
-Qué pesado por Dios…
-Joder Evelyn necesito saberlo.
-A ver si te queda claro Javi, que aunque estuviera embarazada, no lo tendría, y en el hipotético caso de que fuera tuyo, nadie lo sabría, porque tu primo creería que es suyo, y punto.
-Yo lo sabría Evelyn, y con eso me sobra.
-Dime la razón de tu interés.
-No, hazte la prueba por favor.
-Dime la razón.
-Evelyn te juro que te tengo aquí metida todo el día y toda la noche hasta que te entren ganas de mear.
-Sí claro, como que eres capaz.
-Pruébame.
Qué cabrón… a ver qué hago yo ahora.
No tuve otra que ceder.
-Está bien, déjame salir.
Me miró con cara de no fiarse.
-¿Tendré que ir al baño no? ¿O quieres que haga mis necesidades aquí, delante tuya?
-No, ve.
Salí de la habitación con la caja en la mano y me dirigí hacia el baño.
Como no tenía ganas de “abrir el grifo”, tuve que beber bastante agua.
Cuando por fin lo conseguí, se lo llevé a Javi.
-Hala, ahí lo tienes-dije lanzándoselo-yo ya he hecho lo que tenía que hacer, puedes llevártelo, y hacer lo que quieras con él.
-Evelyn, ¿de verdad no quieres saber lo que pone? Puede que estés embarazada…
Javi tenía razón, pero yo estaba demasiado asustada. No podría aguantar el estar embarazada… Yo no quería ser otra más que sigue la tradición de mi familia, que se queda embarazada antes de los dieciocho.
Siempre he sido la excepción que confirma la regla, y eso me gustaba. Me gustaba ser diferente.
-No lo sé Javi… es que estoy asustada. No quiero por nada del mundo que ese test salga positivo. Si veo dos rayas en ese test te juro que me mato…
Me empecé a ponerme súper nerviosa, y eso Javi lo notó.
-Tranquila Evelyn, voy a estar contigo en todo momento, pase lo que pase.
Me abrazó y esperamos juntos a que saliera el resultado.
Tardó un rato, y por fin salió…
-Evelyn, esto ya está.
Joder, mi vida delante de mí en un segundo.
-Evelyn, ¿quieres verlo? ¿Estás segura? A ver, no sé si me explico. Este tema es delicado, y quizás es mejor que lo pases con alguien importante, no sé…
-A ver Javi, creo que en este mismo momento no encuentro mejor persona para darme la noticia.
La cara le cambió y se le dibujó una pequeña sonrisa, aunque nerviosa.
Miró el test, y me dio la noticia.
-¿Qué? Vamos Javi, me va a dar algo.
-No Evelyn… no estás embarazada.
Me entró tal alegría en el cuerpo que empecé a saltar y reírme, muy aliviada y desahogada. Javi estaba más cabizbajo, pero aún así, se alegró de verme tan contenta.
Y con la efusividad de la noticia y la alegría, no sé cómo pasó, pero acabé cerca de Javi. Muy cerca. Y será que me vio algo en el labio, porque me plantó los suyos encima. Lo peor es que yo no me retiré.