lunes, 3 de enero de 2011

Cap.25 Chantaje

-Evelyn, despierta, te has dormido, ya estamos en tu casa.
-¿Qué hora es?
-Las cinco ¿Te reñirá tu madre?
-No creo, estará dormida.
-Bueno, pues mañana te llamo.
-Claro-me dio un beso, un intenso beso, y me bajé.
Me despedí con la mano y se fue.
Entré despacio en mi casa y subí a mi habitación. En el baño, me quité la pintura con unas toallitas desmaquilladoras y me puse el pijama. Luego me lavé los dientes y volví a mi habitación.
Estaba cansada, pero aún así me conecté al Tuenti. Tenía algunas cosas, entre ellas, un mensaje privado de Clara.
#Clara Torres: “te vas a arrepentir de lo que has hecho hija de puta, está todo grabado. ¡A tu amiga y a ti se os va a caer el pelo! ¡Espero que le vaya bien donde tiene que estar, en la cárcel! Aunque claro, hay una forma en la que el vídeo no llegara a la policía…”
¡Qué hija de puta! Me va a meter en un lío… joder, tengo que avisar a Xiza… ¿Qué querrá decir con eso de que hay una forma…? Le voy a contestar.
#Yo: “a la cara no eras tan valiente, guapa. Bueno, a lo que iba, ¿qué quieres decir con lo de la forma? Es un chantaje, ¿verdad? ¿Qué se supone que tendría que hacer?”
Apenas enviarlo, me habló Laura.
Laura: ¡Cariño! ¡Has desaparecido!
Yo: me fui con Zac.
Laura: yo creo que le estás dando demasiadas ilusiones…
Yo: ¿Cómo?
Laura: sí, le haces creer que vas a estar con él, pero, ¿realmente vas a hacerlo?
Yo: ay Laura, yo que sé… puede que mañana dé el paso.
Laura: genial 
Iba a contarle a Laura lo que me había pasado, pero me dijo que tenía que irse.
Vi que tenía otro mensaje privado.
#Clara Torres: “Jaja, muy lista para ser rubia, ¿no? Vas a tener que hacerme caso en todo, y me refiero a ¡TODO! Para empezar, no puedes contarle esto a nadie, ¡¡N.A.D.I.E!! Y por lo pronto, mañana en el parque de al lado de mi casa a las seis, ¿vale? ¡NO TARDES!”
Pero si ella también es rubia, cómo puede decirme eso…
En ese momento, en la cabeza me rondaban tantas cosas, que decidí acostarme.

Mañana
Me desperté sobre las once, tras una mala noche.
Bajé abajo para comer algo, y no había nadie. Encontré una nota encima de la mesa.
“Cielo, hemos ido a tomarnos algo. Puedes hacerte una pizza, o algo. Un beso.”
Pues nada, me toca cocinar. Estarán por lo menos hasta por la tarde. Me hice un vaso de leche caliente y me puse a ver la televisión en el sofá.
Como era de esperar, me quedé dormida. Me despertó el móvil a las dos y media. Puse el altavoz y fui hacia la cocina a hacerme una pizza. Solté el móvil en la encimera y me puse manos a la obra.
-Buenos días princesa, ¿cómo estás?
-Bien, no me puedo quejar-mentí, con lo de Clara no podía estar bien.
-Entonces, ¿podemos ir al cine esta tarde?
-Lo siento, no puedo ir.
-¿Por qué? Vamos, que invito yo.
-Que no puedo, Zac.
-¿De verdad? Pero, ¿te han castigado?
-¡Te he dicho que no puedo!
Se hizo el silencio unos minutos.
-Claro, no pasa nada. Ya te llamaré después.
Pi, Pi, Pi…
Joder, Zac debe odiarme. Soy lo peor. O mejor dicho, Clara es lo peor.
Seguí cocinándome la pizza con mis ralladuras de cabeza.
Comí viendo Los Simpsons y subí a mi habitación. Para desconectar un poco, me puse a leer con la música a tope.
Hasta que, la alarma me avisó que eran las cinco, y debía vestirme.
Me levanté y me di una ducha rápida. No me esmeré mucho en escoger la ropa, así que me puse unos vaqueros, una camiseta negra y mis converse blancas. Cogí mis llaves, y mi móvil. La casa y el parque no estaban tan lejos, y no tardé en llegar. Cuando llegué aún no estaba, por lo que me senté en el banco en el que solíamos sentarnos cuando veníamos a este parque. Tardó unos diez minutos en llegar.
-Vaya, al menos puntual, igual me pienso no putearte tanto.
-Menos cuentos guapita, ¿qué quieres?

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