lunes, 11 de octubre de 2010

Cap.15 Noche en el hospital

Ya me sabía cada detalle de la sala de espera. No nos daban noticias y estábamos atacados. Como no nos dejaban estar allí a todos, solo nos quedamos algunos. Estábamos María José, Adrián, Xiza, Dani, Zac y yo. Sus padres también estaban, lógicamente, pero estaban dentro con él.
Ver a Javi en ese estado me dejó un poco marcada. No me quitaba esa imagen de la cabeza. No podía parar de pensar en él, a pesar de saber que no era tan grave lo que le había pasado. Un coma etílico. Nunca había visto un coma etílico a base de mojitos, pero es que él había tomado muchísimos.
-¿Quieres algo de comer o beber?-me dijo Zac.
-No, gracias.
Estaba tan nerviosa que no quería nada.
María José estaba peor que nadie, y era normal. Si hubiera sido Selena la que estuviera en el lugar de Javi, a mí me daba algo. No quería por nada del mundo estar en el lugar de María José. Pero ella no había tenido que verlo como yo lo vi.
El tiempo que estuve allí fue horrible. No recuerdo cuántas horas fueron, pero fue insoportable.
Ya sobre las cuatro, vino un doctor a preguntar.
-¿Qué es lo que ha bebido?
-Mojito-contestó Zac.
-¿Mezcló con pastillas o algo?-preguntó de nuevo.
-No-dijo Xiza-sólo fue mojito, pero ingirió una gran cantidad.
-Le estamos sacando el líquido del estómago. Después es mejor que pase aquí la noche, mañana podrá volver a casa.
-Doctor-dije rápidamente antes de que se fuera-¿se puede pasar a verlo ya?
-Sólo podrá pasar a verlo una persona.
No tuvimos que pensarlo mucho, entró María José.
Mi madre me llamó, ya que mi hermana le habría contado lo sucedido. Le dije que pasaría la noche con Javi y su familia.
Nos dijeron que no podríamos estar tanta gente, así que nos fuimos a la cafetería del hospital. Estuvimos toda la noche allí, o bien en la cafetería o en la calle.
Sobre las seis, estando Zac conmigo en la puerta, me propuso algo que le sigo agradeciendo.
-¿Tienes frío? Podemos ir al coche.
-Pues no te lo niego, tengo frío.
Fuimos a su coche y me puso la calefacción. Echamos los asientos de adelante hacia atrás y nos tumbamos.
-¿Cómo estás?-me preguntó.
-Bueno, ahora estoy algo mejor, pero aún así no estoy bien.
-Ya verás que todo va a salir bien.
-Eso espero.
Me quedé dormida, y lo sé porque cerré los ojos y al abrirlos era de día.
-Evelyn, ¿estás despierta?
-Sí-dije haciéndome la remolona-¿qué hora es?
-Son las ocho y cuarto. Ya se puede entrar a ver a Javi.
-¿Cómo está?
-No he ido, porque no quería dejarte sola. Ahora vamos los dos.
Pusimos bien los asientos y entramos al hospital.
En la sala de espera estaban Dani y Xiza, ya que entraban de dos en dos y ahora estaban María José y Adrián dentro.
-Nosotros ya hemos entrado, así que ahora podéis entrar vosotros-dijo Xiza.
-Sí por favor, que quiero verle-dije angustiada.
No tardaron mucho en salir y pudimos entrar.
Estaba despierto, gracias a Dios, pues con el último recuerdo que tenía de él, no me apetecía verlo de otra manera que no fuera despierto.
Fui corriendo y lo abracé.
-¡Javi! ¿Cómo estás?
-Estaría mejor si no me gritaras-dijo y me sonrió.
-Nos has dado un buen susto cabrón-dijo Zac dándole una colleja.
-Perdóname, sé que me viste y lo pasaste mal-dijo Javi mirándome.
-No es tu culpa, y no te preocupes ahora por eso-miré a Zac y con la mirada parece ser que se lo dije todo, porque hizo exactamente lo que yo quería.
-Voy a llamar a mi madre, ¿vale? Evelyn a ti te veo fuera, para llevarte a casa. Que te recuperes tío-Zac salió por la puerta y nos dejó solos.
-¿Cuánto tiempo llevas aquí?
-Toda la noche, me vine poco después que tú.
-¿Enserio? Estarás cansada.
-No te creas, he dormido un ratito en el coche con Zac.
-Gracias por venir, enserio. No sabes lo importante que es para mí.
-Que no es nada tonto. Es normal, eres mi amigo y vengo a verte.
-Sí, pero sabes que tú para mí no eres sólo una amiga.
-Javi… me alegro mucho de que estés bien, pero es mejor que me vaya.
-Sí, con Zac…
-Adiós Javi-le dije ignorando su comentario y me fui.
Los chicos estaban en la sala de espera, excepto Zac, que me dijeron que me estaba esperando en el coche.
Entré y me puse el cinturón.
-Cuando quieras. Pero, si no te importa me gustaría ir a ver a mis abuelos, aprovechando que estamos en El Castillo.
-Donde usted desee señorita. Bienvenido a “Transportes Americanos S.L”
Los dos nos reímos y cogimos rumbo a la casa de mis abuelos, que estaba a un ratito, ya que El Castillo era bastante grande.
Tardamos una media hora, ya que él nunca había ido y por no escucharme, se equivocó un par de veces de calle.
Al llegar, llamamos a la puerta, y mis abuelos que son madrugadores estaban despiertos.
-¡Ay mi niña!-mi abuela me abrazó fuertemente-¿qué haces aquí?
-Es que un amigo está en el hospital, y hemos venido a verle. Quería pasar a verlos.
-Pero, ¿cómo está el chico? ¿Qué ha pasado?
-No te preocupes, él está bien.
-Y, ¿quién es este muchacho?-dijo con una sonrisa pícara.
-Es mi amigo Zac.
-Encantado señora.
-No me llames señora, llámame Minerva, que para eso soy joven-dijo riendo y moviendo las caderas.
-Pues encantado, Minerva.
-Igualmente Caz.
-Es Zac abuela, no Caz.
-Bueno, bueno, pasad.
Allí nos bañamos, pues teníamos unas pintas horribles. Yo me puse ropa que tenía allí de otras veces, y Zac se puso algo de Jonathan.
Estuvimos con ella y con mi abuelo, y sobre la hora de comer nos fuimos, aunque nos costó, ya que mi abuela quería que nos quedáramos a comer. Pero Zac, me dijo que quería invitarme él.
Fuimos a un sitio súper romántico: El Burguer King.
Llamadme infantil, pero me pedí el “Menú Diverking”
Soy muy delicada para la comida, y por eso me pido el infantil, con una hamburguesa muy simple: dos panes, dos carnes y queso. Añadiéndole el kétchup, con el que me puse perdida. Aunque era de esperar, viniendo de mí. Él, tan gracioso como era, se reía de mí. Después nos fuimos al centro comercial, que estaba al lado.
-Me siento un poco mal, nosotros aquí divirtiéndonos y tu pobre primo mal.
-No te preocupes, le compramos algo y para cuando lleguemos a Luna, ya estará él allí.
-Genial-dije sonriendo-me parece una idea estupenda.
Estuvimos en tiendas de ropa, incluso en una tienda Disney, que me encantan. Estuve mirando las estanterías, y me paré en la de “High School Musical”.
-¿Otra vez con Zac Efron?
-Sí, ¿algún problema?-dije echándole una mirada asesina.
Seguimos mirando y entre tienda y tienda, encontramos el regalo perfecto.
-¡Este es! Es perfecto para Javi.

2 comentarios:

  1. m encantooo!!!!!!! menos malll q al final n le pasoo nada a JAviii, deseandoo leer el siguiente xDD besitos wapa

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