lunes, 30 de agosto de 2010

Cap.7 ¿Error?

Cuando me dijo eso me iba a dar un infarto, si no fuera porque le tenía cariño, lo habría matado.
-Efron joder, me has asustado.
-Qué tonta, cómo me van a meter a mí en la cárcel con lo bueno que soy-dijo riéndose.
-Por cierto, hablando de que eres bueno, muchas gracias por todo lo de anoche, de verdad.
-No tienes que dármelas.
Estuvimos mucho rato hablando, me contó que vivía en América pero definitivamente se mudaba aquí. Tiene dieciocho años y no sabe qué hacer respecto a estudios, ya que lo han aceptado en varias universidades.
-¿Y tienes novia?
-No, en América son todas muy secas, no merecen la pena. Me gustan más las españolas-dijo sacando su sonrisa. Dios, mátame…-¿y tú? ¿Hay algún afortunado?
-No, no lo hay. Lo hubo, pero no volverá a pasar…
-Pues qué pena.
Genial, ¿se me estaba declarando? Tenía que admitir que me gustaba, pero no podía cometer el error que cometí aquella vez… No, otra vez los recuerdos…
Óscar, él era mi novio. Era alto, guapo, cariñoso, lo tenía todo… menos fidelidad. Llevábamos tres años, incluso le regalé algo muy valioso. Más que cualquier objeto material… le regalé mi virginidad.
-¿Puedo preguntar cuándo pasó eso?
-Hace seis meses.
-Ah, lo siento. No sé qué decir la verdad.
-Pues nada, si me da igual. Ese tema está muerto y enterrado.
-Pues yo no me niego al amor. No ando buscándolo, pero si viene no le voy a cerrar las puertas.
-Yo simplemente tiré la llave con la que cerré las puertas.
-¿Y desde entonces no ha habido nada?
-Sí, rollos. Es lo único que acepto.
Me encantaba estar con Zac, me daba confianza.
Con él podía abrirme, podía contarle las cosas sin más. Dicen que a los desconocidos es más fácil hablarles, pues con él me pasaba eso.
Nunca, y recalco NUNCA podría reemplazar a Sergio, eso está claro, pero él se estaba convirtiendo en un buen amigo.
-Te diría de presentarte a mi familia, pero veo que conoces a mi hermana.
-Sí, ni siquiera sabía que Xiza tuviera un hermano.
-Pues ya ves.
Miré la hora en mi móvil, ya eran las diez de la noche, tenía que irme.
-Lo siento mucho Efron, pero tengo que irme, no veo a mi madre desde ayer.
-Venga, yo te llevo.
Ese día si pude ver el coche, era un Fiat Punto Abarth, en gris metalizado.
-Bonito coche-le dije sonriendo.
-Gracias peque.
-Todo un placer Efron.
-Llámame Efron cuando quieras, pero no me apellido así, eh.
-Tú eres mi Efron, y punto.
Nos montamos en el coche y fuimos a mi casa.
Durante el camino se hizo el silencio, yo estaba cansada a pesar de llevar despierta solo unas horas.
Llegamos a casa, y estuvimos despidiéndonos dentro del coche.
-Gracias por traerme Efron.
-Es lo menos que podía hacer pequeña. Oye, tengo que decirte algo, y no sé por dónde empezar…
-Pues tú dirás. Si hay confianza tonto, venga dímelo.
-Mira Evelyn, tú me gustas, ¿vale? Y creo que podríamos seguir quedando, con el tiempo podría nacer algo bonito…
Mierda, lo que me hacía falta. Ahora se me declara. ¿Qué hacer? No lo sé, decirle la verdad, era lo mejor y lo más justo para él.
-Mira Zac, tú también me gustas, y lo sabes. Pero no puedo arriesgarme a más. Te lo dije antes, perdí la llave de las puertas de mi corazón, lo siento…
-Sé que tienes miedo al amor, pero yo creo que puedo hacerte feliz, pequeña.
Salí del coche y eché a correr hacia la puerta, lo único que se me ocurrió hacer.
-Lo siento…-susurré mientras corría.
Entré en casa sin darme la vuelta, y subí a mi habitación, no tenía ganas de cenar ni de nada.
Llegué y recién encendí el ordenador, entró mi madre por la puerta de mi habitación.
-Cielo, ¿estás bien?
-Sí, siento no haber saludado al entrar, es que estoy cansada.
-¿Qué tal anoche? ¿Qué has comido?
-Estuvo bien, fue una fiesta divertida. He comido huevos y patatas fritas-mentí, no había comido nada.
-¿A qué hora os recogisteis?
-A las dos, como siempre que dormimos allí.
-Bueno, me voy para abajo, si quieres algo bajas.
-Vale.
Cerró la puerta y se fue. Sí, mentía a mi madre. A las dos de la mañana, apenas había llegado a la fiesta. Es que, a sus ojos, yo era una niña buena, que ni bebía, ni me recogía tarde, y era virgen… y es que tenía que ponerme al nivel de mi hermana, que a pesar de haber perdido la virginidad pronto,-la prueba, mi sobrino-ella había sido una hija excelente.
Me puse con el ordenador, y miré mi Tuenti. Tenía varias cosas, y las fui mirando poco a poco, hasta llegar al producto estrella.
+1 Petición de amistad.
La miré, y era de Zac. Supongo que su hermana se lo habría hecho estos días que él ha estado aquí, ya que en América no existe el Tuenti.
Zac García Johnson. Incluso su nombre es perfecto.
Él es perfecto. ¿Por qué lo hice? Ni idea. ¿Un error? Tal vez. ¿Puede haber marcha atrás? Quién sabe…
Tantas preguntas, todas sin respuesta fija…
Lo acepté, pues no quería parecer borde, al menos no más después de haberlo dejado con la palabra en la boca.
Miré sus fotos, no tenía gran cosa, unas cuantas con Javi, algunas con Xiza y Dani…
Para mi suerte, no estaba conectado al chat.
Y no sé si por desgracia o suerte, me mandó un mensaje al móvil.
“Pequeña, no sé lo que he hecho, pero lo siento sea lo que sea… igual he ido muy rápido, necesitarás tu tiempo. Besos guapa”
Vaya, un sentimiento atravesó todo mi cuerpo… ¿Culpabilidad? ¿Arrepentimiento? No sabría describirlo bien, pero no me hacía sentir nada bien.
Apagué el ordenador, pues estaba nerviosa y nadie se conectaba.

4 comentarios:

  1. Está genial!
    Me había enganchado a tu otra historia y ahora me engancho a esta ^^ jeje

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  2. Te an kitado el tuenti ¿!?

    xfavor contestaa !!

    =)

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  3. m encantaaa xDD, deseandoo leer mas, wapaa a mi si me encantaa tu historia, deseando leer mas. xD

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  4. me encanta de veras =) segire leyendo tu historia espero que tu tambien la mia que por cierto ya e subido el segundo capitulo =) besos

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