Dolor. Mucho dolor de cabeza. Cada sonido por insignificante que fuera, a mí me retumbaba. Y tenía sed, mucha sed, la boca muy seca. Que, ¿qué me pasaba? Resaca. El día anterior había bebido demasiado, no recordaba gran cosa. Me desperté en la habitación de Laura, con un pijama que no era mío, supongo que era de ella, tirada en los colchones del suelo. A mi lado estaba Sergio, con unas calzonas y sin camiseta. Y al otro lado, Laura. Menudo careto teníamos, Sergio se salvaba un poco, pero Laura tenía una cara de resaca impresionante.
-Buenos días dormilona-me dijo Sergio sonriendo.
-Pero si Laura aún duerme, la dormilona es ella.
-Bueno, sí. También podríais competir por ver quién la lió más anoche.
-Ella, seguro que ella. Oye, ¿qué tal con Elena?
-Pues, iba muy bien, me lié con ella.
-Pero, ¿hubo tema?
-No. Se la veía un poco verde en eso aún, paso de meterle prisa. Además, aunque hubiera querido, no hubiera podido. Digamos que me llamaron diciendo que cierta individua no sabía ni dónde estaba y necesitaba mi ayuda.
-¡Efron!
-¿Cómo?-dijo con cara perpleja.
-Zac, ¡dijo que me llamaría!-dije contenta.
-Conozco esa cara… ¡tú te estás pillando!
-Qué dices, flipado… ¿Cuándo me he enamorado yo, eh?
-Con Óscar.
-Muchas gracias por recordármelo. Pero mira, ahí la prueba. Sufrí cuando me dejó y me prometí no más novios serios, ahora soy un alma libre.
-Y tan libre, estos últimos meses te has liado con más tíos que yo tías en toda mi vida.
-Exagerado…
-Callaros ya, que me retumba la cabeza…-dijo una voz en la otra punta de los colchones.
-Levántate Laurita, que no son horas.
-¿Qué hora es?-pregunté, me había dado cuenta de que ni sabía la hora.
-Las seis y media de la tarde.
-Dios mío, me voy a casa mi madre me va a matar-dije apresurada.
-No te preocupes, ha llamado. Le he comentado que has comido aquí y que pasarías el día fuera de casa.
-¿Y por qué? ¿Dónde pasaré el día?
-Con Zac. Igual no te lo he dicho, pero has quedado con él en media hora.
-¡¿Qué?!
-Tranquila, tú arréglate que yo te llevo en la moto.
-Yo te mato.
-Y yo a los dos como no os calléis-dijo Laura.
-¡Laura, te cojo algo de ropa!
-Llévatelo todo, pero ¡cállate!
-Tú ni cuenta, que no está acostumbrada a las resacas-dijo Sergio divertido.
Removí el armario de Laura en busca de algo que ponerme, y tras una profunda búsqueda, lo encontré.
Me puse una mini-falda vaquera con una camiseta blanca con detallitos negros y unas sandalias blancas.
El pelo me lo peiné y se me quedó muy liso, por la plancha de la noche anterior.
-¿Qué tal voy?
-Preciosa, vamos que no llegas a tiempo.
Le dejamos una nota a Laura y recogimos un poco la habitación. Después bajamos y nos despedimos de Miriam.
-¿Dónde se supone que he quedado?
-En el parque del instituto.
Me subí en la moto y nos fuimos. No tardamos mucho en llegar al parque, en el que se suponía que me esperaba mi Efron.
-Suerte Eve.
-¿Por qué? Si sólo vamos a dar una vuelta.
-Sí, sí, pero suerte.
Arrancó la moto y se fue.
¿Suerte? ¿Pero qué me ha liado este ya?
No sé a qué se refiere, pero sea lo que sea, voy a matarlo.
Entré en el parque y me senté a un banco a esperarlo.
-Pequeña, van a meterme en la cárcel.
-¡¿Qué?!-dije asustada, pues él tenía ya 18 años.
-He cometido un delito horrible… he hecho esperar a una dama-dijo sonriendo.
k susto mas daooo en el finalll!!!!!!!!!!!!! jejeje, y ns kien puede decir q esta historia es aburridaaa a mi m encantaaa xDD
ResponderEliminarMe ha encantado :)
ResponderEliminarCreo que se va ha enamorar de Zac (L)
Sigue así =)
Espero que subas protno el siguiente capitulo :)
Un beso!