miércoles, 25 de agosto de 2010

Cap.4 La fiesta.

No tardamos mucho en llegar a la casa de Laura, donde estaba ella cenando con su madre.
-Vaya chicos estáis guapísimos. ¿Queréis cenar?
-Muchas gracias Miriam. La verdad es que tengo un pelín de hambre.
Nos sirvió un platito de macarrones a cada uno y nos lo comimos con mucho cuidado de no mancharnos.
Al acabar le ayudamos a quitar la mesa y recoger la cocina.
-Esta noche dormiréis aquí, ¿no chicos?
-Sí mamá, esta noche duermen aquí.
-Está bien os prepararé la habitación.
Con preparar la habitación se refería a ponernos los colchones en el suelo, nos encantaba dormir allí tirados, sobre todo en verano.
Miriam era una mujer encantadora, de unos cuarenta y cinco años para arriba y súper enrollada con nosotros. Quizá porque Laura es responsable y nunca le ha dado razones para no confiar en ella. Es morena y está un poco rellenita.
-Nos vamos ya, no nos esperes despierta mamá.
-Venga, ¡pasáoslo bien!
-Muchas gracias por la comida Miriam-le dije sonriendo.
-Eso, muchas gracias mami-le dijo Sergio, nos llevábamos genial con ella.
Salimos por la puerta y cogimos camino. La casa no quedaba muy lejos, a unos diez minutos andando, ya que era un barrio vecino al de Laura.
-Por cierto Laura, ¡qué guapa!
Se había recogido el pelo en una coleta alta y llevaba un vestido gris con unos tacones negros.
Por fin llegamos, menuda casa tenía. Eso era una mansión, más que una casa. En el jardín, había muchísima gente bailando y bebiendo incluso algunos en la piscina.
-Bueno, cuando esté tan ciega que no pueda ni caminar me avisáis para irnos a casa-dije con cara divertida.
-No digas eso-dijo Laura.
-Venga doña perfecta, vamos para adentro-dijo Sergio empujándonos hacia adentro.
Entramos en la casa y Sergio se fue en busca de Javi, que vino hacia nosotras.
-Vaya, vaya, supongo que sois Evelyn, y Laura.
-Sí, las mismas-le dije sonriendo.
-Pues bienvenidas a mi fiesta y espero que disfrutéis.
-Gracias, si no te importa vamos a por algo para beber.
-Serviros.
Qué caballeroso, será gilipollas. Sólo quiere ligar, aunque dudo que lo consiga con esos modos. Necesitaría que yo estuviera desesperada. O al menos borracha.
El ambiente de la fiesta era genial, había muchísima gente, la mayoría de mi instituto, ya fueran de la E.S.O o de Bachiller. La música sonaba a un volumen que daba gusto, no podías ni hablar, pero para bailar venía de perlas. La decoración era la normal para una fiesta, altavoces por todos lados, una bola de luces, otra de luces de colores… Lo que no había ningún cuadro de familia ni fotos ni nada, los habría quitado todos.
-Vaya fiestón-dijo Laura.
-Los padres se han ido de viaje de trabajo y Javi no ha dudado ni un momento en hacer una fiesta-dijo Sergio mirando hacia el horizonte-¡mirad! ¡Ahí está Elena!
Elena era una chica morena, alta y guapa. No era del grupo de las pijas, tampoco del de las “canis”. Iba un poco a su aire, y de vez en cuando iba con su prima Nerea, de la que no quiero dar muchos detalles.
-Pues venga Romeo, a conquistarla-le dijo Laura y él se fue tan contento.
-Vamos, que necesito un cubata.
Fuimos a la barra y nos servimos un cubata. Bueno, me lo sirvió un chaval que había allí, ni si quiera sabía quién era ni qué me había echado, pero me dio confianza…
-Hola rubita, ¿tengo el placer de saber tu nombre?
-Soy Evelyn.
-Encantado Evelyn, yo soy Zac, bueno es Zachary, pero me dicen Zac.
-Zac, ¿Efron?-dije de broma.
-No, no me gustaría ser ese.
-¿Porqué?
-Porque si fuera ese ahora mismo no te hubiera conocido.
-¡Vaya piropo! Tú sí que eres un conquistador. Por cierto, nunca te he visto por aquí.
-No soy de aquí. Soy americano, de California.
¡Pues vaya con el americano! Estaba para cogerlo y no soltarlo. Este Zac era todo lo contrario de Zac Efron, ya que era moreno de ojos marrones. El cuerpo era espectacular, como he dicho, para cogerlo y no soltarlo. ¿Y la sonrisa? Puff, la nieve pura en sus dientes.
-¿Americano? ¡Hijo de tu madre! Qué suerte, yo amo Norteamérica. ¿Y ese acento? Porque el español lo hablas casi mejor que yo.
-Es que mi padre es español, soy bilingüe-dijo con esa sonrisa que mataba.
-¿Y qué haces por aquí?
-Pues con mi primo Javi.
-Ah, que Javi es tu primo…
-Sí, ¿no te cae bien?
-No sé, no lo conozco mucho.
-Bueno, Evelyn, ¿te apetece bailar?
-Con una condición.
-¿Cuál?
-Que baile contigo.
-Eso está hecho-los dos sonreímos y fuimos hacia la pista de baile.

1 comentario:

  1. m encantaaaaaa wapaa deseandooo leer el siguientee capppp xDD m encantaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!1

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