martes, 23 de agosto de 2011

Cap.50 Cita para tres

-Tita. Tita, despierta.
Miré el despertador. Las diez.
-David, ¿qué quieres?
-Tengo hambre, y la abuela está durmiendo.
-Ya David, yo también estaba durmiendo…
-Venga tita, que tengo hambre. ¡Por favor, por favor, por favor!
-Vale, ya voy… ve bajando tú.
Mi sobrino echó a correr escaleras abajo y yo me levanté y me estiré.
Bajé abajo y mi sobrino estaba en el sofá viendo Bob Esponja.
-¿Qué quieres desayunar?
-¡Un vaso de leche con galletas de dinosaurios!
Cogí una taza de dibujitos que a él le encantaba y eché leche. Lo metí en el microondas y lo calenté un minuto.
-¿Qué vas a hacer hoy David?
-No sé… ¿vas a llevarme a algún lado?-gritó ilusionado.
-Pues mira, no estaría mal. Podemos ir al cine, y luego a comernos una hamburguesa, ¿qué te parece?
-¡Sí! ¡Pero por la noche!
-¿Por qué?
-Pues porque los mayores salen por la noche y yo ya soy mayor.
Me eché a reír.
-Como quieras.
El microondas pitó y saqué la taza. A continuación le eché dos cucharadas de Cola Cao y removí la leche con la cuchara. Saqué un paquete de galletas del armario y se lo llevé todo a la mesa.
-Hala, aquí tienes. Que aproveche.
-Gracias tita.
La verdad es que me apetecía un plan tranquilito con mi sobrino. Ya que, Zac no quería quedar conmigo.
-David voy a meterme en Tuenti arriba ¿vale?
-No me dejes aquí solo…
-Pero si no estás solo… ¡Estás con Bob Esponja!
-¡Y Patricio!
-Claro-sonreí y me fui a mi habitación.
Abrí Internet y me metí en Tuenti.
Tengo que buscar alguien que venga conmigo y con mi sobrino esta noche.
A ver Laura.
Yo: Laura, ¿tienes plan para esta noche?
Laura: sí tía, estoy tonteando con un chico, se llama Ignacio, y esta noche he quedado con él.
Yo: ¿En serio? ¡Qué guay tía, pues mucha suerte!
Laura: ¿Por qué lo decías?
Yo: Nada, por si querías venir conmigo y mi sobrino pero tu plan es mejor.
Laura: ¡Otro día será!
Yo: Sí. Bueno, voy a llamar a más gente a ver.
Llamé a Sergio, que se llevaba genial con el peque.
-¿Sí?
-Sergio, ¿tienes algún plan para esta noche?
-Pues la verdad es que sí. Tengo cena con unos patrocinadores.
-Joder…
-¿Por qué? ¿Te pasa algo? ¡La anulo!
-¡No! No, no es nada en serio. Mucha suerte, te quiero.
Colgué el teléfono y busqué en la agenda el número de Xiza. La llamaré y así hablamos un poco sobre el cambio de su hermano.
Segundo pitido.
-¿Diga?
-Xiza, soy Evelyn.
-Ah, dime Evelyn.
-Es que tenía pensado ir con mi sobrino esta tarde al cine, por si no tenías planes y querías venirte.
-Lo siento Evelyn, es que con esto del embarazo no me encuentro muy bien…
-No te preocupes, mejórate.
Colgué el teléfono y pensé en Mª José.
Cógemelo… vamos…
Nada. Pues iré a su casa.
Me vestí con unos vaqueros y una camiseta cualquiera y tras coger mi móvil y mis llaves, bajé.
-Oye David, ahora vengo que voy a ir a la casa de Mª José.
-¿Quién es?
-La prima de Zac. La hermana de Javi.
-¡Quiero ir! ¡Por favor!
-Es que tengo prisa, así que venga, vístete, ¡te cuento diez!
-¡No, espera, espera!
Tras algunos segundos arriba mi sobrino bajó aún en pijama.
-Tita, es que no sé qué ponerme para ir a ver a Javi.
-Ay Dios… Vamos a ver a Mª José, que conste-dije subiendo arriba con él.
-Mira, estos vaqueros que son chulísimos-dije rebuscando en su armario-, y con esta camiseta van perfectos-le enseñé una camiseta negra.
-Vale. No mires, que voy a vestirme.
-Amigo, llevo viéndote desde que naciste…
-¡No mires!
-Vale, vale…
Me giré mientras se vestía, y tardó lo suyo.
-Ya está.
-Pues vámonos.
Bajamos abajo y le dejé una nota a mi madre, poniéndole que me llevaba al niño.
Salimos a la calle y nos fuimos hacia la casa de Mª José.
Tardamos un rato, y por fin llegamos.
-¡Yo llamo a la puerta!
-Vale.
David llamó al timbre. Tras unos segundos, Mª José abrió la puerta,
-¡Anda! ¡Hola guapo!
-Hola, ¿está Javi?
-David, recuerda que venimos a verla a ella, no a Javi.
María José se echó a reír.
-Está arriba en su cuarto, durmiendo.
-Jo…-dijo triste.
-¿Lo despertamos?
-¡Sí!-gritó David.
-No, Mª José pero si venimos a verte a ti…
Tarde, ya estaban arriba.
Yo decidí esperar abajo, sentada en el sofá del salón.
Al rato bajaron los tres.
David venía riéndose a carcajadas.
-¡Qué susto se ha dado!-decía.
-Es que no me lo esperaba-dijo Javi sonriendo.
Venía en unos bóxer y sin camiseta.
-Buenos días-me dijo.
-Buenos días-dije mirando hacia otro lado.
-¿Ahora giras la cara? Como si no me hubieras visto nunca con menos ropa.
-¡Yo no te he visto!-le chillé señalando a David que me estaba dando la espalda.
-Pues claro que no, porque sólo pueden verse desnudos los padres, las madres y los hijos-dijo David.
-Es verdad campeón, tienes razón, así que voy a ponerme unas calzonas-se fue a su habitación con una amplia y pícara sonrisa en la cara.
Será capullo, cómo puede decir eso delante del niño.
Menos mal que David no le dio más importancia al tema, raro en él por otra parte.
-Bueno Eve, ¿para qué habíais venido?
-Ah, sí. Es que te he estado llamando y no me lo has cogido.
-Pero alguna razón habrá, ¿no?-dijo alzando la voz desde la cocina.
-Sí. Me preguntaba si tenías algún plan para esta noche.
-Pues la verdad es que sí. He quedado con Adrián para ir al cumpleaños de un amigo suyo.
María José volvió de la cocina con un paquete de galletas de chocolate.
-Toma David-dijo cogiendo algunas galletas y dándole el resto del paquete.
-¡Gracias!
-Sí, pero no comas muchas David que luego a la hora de la comida no tienes hambre.
-Joder Evelyn déjalo que es un niño, es normal que coma chucherías.
-Ya, pero no a estas horas.
-Bueno, ¿para qué querías quedar esta noche?
-Ah, es que le había prometido a David que lo llevaría al cine y a comerse una hamburguesa.
-Jo, pues la verdad es que me apetece mucho, pero si dejo tirado a Adrián, me mata.
-Pues yo quiero que Javi venga conmigo-añadió muy contento David.
-¿Qué? Ni hablar.-contesté sin pensarlo dos veces.
Entonces Javi bajó al salón, en calzonas, pero sin camiseta.
-¡Javi!-gritó David y fue directo hacia él-¡Ven conmigo al cine esta noche!
-Vaya, ¿es una cita?-comenzó a reírse.
-No bonito, no es ninguna cita. Voy a ir al cine esta noche con mi sobrino y sólo he venido para decirle a tu hermana si quería venir.
-Rubia, estoy hablando con el niño.
-Es que no quiero que vengas.
-Ya, pero el niño me ha invitado-otra vez esa odiosa pero preciosa sonrisa.
¡Arg, qué rabia! Siempre me dejaba tirada delante de mi sobrino. Y como él le adoraba…
-David, ¿de verdad quieres que vaya contigo?
-Sí.
-La verdad es que ya he quedado con unos colegas para ir de marcha.
David se puso entonces muy triste.
-Pero si tú de verdad quieres que vaya, yo voy.
-¡Bien!
¡No, bien no! ¡Mal! ¡Fatal! ¿Por qué tenía que ser él?
-No David, no puede venir.
-¿Por qué?
Esa era justamente la pregunta que no quería escuchar.
-Pues… porque…-no sabía ni qué decir.
-¿Por qué?-repitió.
-Sí, ¿por qué rubia?-añadió Javi.
-Tía, a ver qué les dices ahora-me susurró Mª José por detrás.
En ese momento, se iluminó mi bombilla.
-Pues porque Javi ya había quedado con sus amigos y no está bien que los deje tirados. ¿A ti te gustaría que tus amigos te dejaran tirado?
-No me gustaría.
-Pero no os preocupéis, porque mis amigos no se van a enfadar conmigo.
-¿Entonces puedes venir?-preguntó muy ilusionado.
-Por supuesto. Además, vamos a ver la película más chula que haya.
Hala, ahora tendré que volver a ir al cine con él.
Por segunda vez en demasiado poco tiempo.
Yo lo que necesitaba era pasar un tiempo con mi sobrino para olvidar un poco este cambio tan radical de Zac, que tanto me estaba jodiendo.
Pero ahora tenía que aguantar las burlas de Javi y controlar lo que le decía a mi sobrino.
-Oye Evelyn que si es mucha tela para ti convenzo a mi hermano para que no vaya.
David estaba con Javi en su habitación, y Mª José estaba conmigo en el salón.
-No, da igual. A mi sobrino le hace mucha ilusión. La verdad no sé qué le ha visto a ese…
-Oye no te pases, que pese a todo, es mi hermano-me interrumpió Mª José.
-Sí, pero tú bien sabes que no es lo que se dice un “Super Nanny”.
-Pues a lo mejor le ha visto lo mismo que le viste tú.
-Touché.
-Aunque tengo que decirte que nunca había visto a Javi tan encariñado con un crío. Ni siquiera con mis primos pequeños.
-Pues no sé, será que mi sobrino es especial.
-Será.-dijo mirando su móvil-Ya son las dos, mis padres deben de estar al llegar. ¿Queréis quedaos a comer?
-No, no. Mi madre ha preparado comida para nosotros, pero muchas gracias.
-Está bien. Mañana te llamo para que me cuentes qué tal, ¿vale?
-Claro-sonreí y le di un abrazo.
Fui hacia las escaleras y llamé a mi sobrino.
-¡David, baja que nos vamos!
-¡Yo no quiero irme, quiero quedarme con Javi!
-¡Pero si lo vas a ver por la noche! ¡Baja ya que la abuela ha preparado la comida!
-¡Ya voy!
En unos segundos bajaron los dos.
-Esta noche nos vamos a ver, que me lo ha dicho mi tita.
-Bueno, pero a tu tita no hay que hacerle mucho caso eh. Sólo en esta ocasión.
-¡Tú ni caso David! Que ya sabes que yo sólo quiero lo mejor para ti.
-Sí, yo lo sé.
-Pues vámonos que la abuela nos espera. Pero antes sube rápido a despedirte de Mª José que está en su cuarto.
David subió rápidamente y yo agarré a Javi por los hombros y lo estampé contra la pared.
-Joder rubia, estás últimamente muy peleona.
-Mira Javi, a mí que te metas conmigo la verdad es que me la suda. Pero que me desautorices de mi sobrino no te lo permito y menos delante de él.
-A ver Evelyn yo sólo intento llevarme bien con él, y poder verlo más a menudo porque le tengo mucho cariño-decía riéndose a pesar de lo seria que yo le hablaba.
-Vámonos ya tita que tengo hambre-David bajaba las escaleras.
-Sí cariño ya nos vamos. Adiós Javi.
-Adiós campeón, esta noche nos vemos.
-A las ocho en mi casa-le dije con frialdad.
-Adiós Javi, hasta esta noche-dijo David.
Cogí la mano de David y me fui de allí.

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